Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de junio, 2019

La felicidad lleva tu nombre y apellidos

Estás muy guapa vestida de nada. Paseando mi lengua por tu piel. Aprendí a construir castillos sin apenas tocarte. Sólo mirarte y ya caían todos tus muros Tu sonrisa me iluminaba. Sembré margaritas en tus dedos, para que todas me dijeran que sí. Estás muy bonita desnuda de dudas, abierta de miedos, y sin nada de prisas en los ojos. Hoy,         mi vida,                        estás realmente preciosa.

Je veux -Zaz

Sugerencia de Spotify, y por un momento pienso en pasar de canción, pero, es tarde, los recuerdos vienen a mi: Te escuché cantar esa canción miles de veces, decías que no sabías francés, pero que de escucharla, habías aprendido. La primera vez que me hablaste de ella, paseábamos por la Castellana, después de haber estado comiendo en el Vips de Chamartín, me contaste que la cantabas en la ducha, y que te la sabías de memoria. Yo te observaba entusiasmada, por la energía que desprendías. Recuerdo que ese día, fue la primera vez que me dijiste "te quiero", pero no mirándome a los ojos, o cogiéndome de la mano. Se te escapo, y me explicaste que era algo que decías a la gente que te importaba: tu familia, amigos, y ahora yo también. Te dio mucha verguenza, y sonreíste, yo también lo hice, y te conteste algo así como: me lo puedes decir todas las veces que quieras. En ese momento, no era consciente, de que esas dos palabras, te la...

Love yourself

Hoy me levanto, sí, sé que no estás a mi lado esta mañana en mi cama, pero es que ni esta mañana ni casi ninguna de este último mes. Respiro, cierro los ojos, cojo aire: no pasa nada. Tú ya no estás aquí, pero yo siempre lo he estado, y eso, no puede ser tan malo. Si siempre me he tenido a mi. Si siempre he estado yo para mi misma. Ahora no puedo decirme que no. Entonces, una mañana, así, cualquiera, la primera del verano, te despiertas, y por un momento, te sientes bien: no hay camiseta empapada por sudores fríos y pesadillas durante la noche, no hay dolor en el pecho, ni frío en el cuerpo. Y por un momento, me olvido que tú sigues aquí, esa herida, con la que estoy aprendiendo a convivir. Le he dicho, que eliga un momento del día, sólo uno, para que sangre con toda su fuerza, porque, no puedo estar continuamente cambiándome de ropa, de sangre todo lo manchas. Hemos quedado en eso, no sé si me hará caso, pero de momento, yo...

Fuíste real

No sé escribirte cuando no estás, me acostumbré  a hacerlo sólo, cuando tus ojos me miraban, o cuando tu piel, descansaba sobre mi cama. Entonces yo, te observaba, como respirabas, preguntándome, cómo, alguien como tú, estaba mirando o respirando, a alguien como yo. Desde el primer momento me dí cuenta, que eras diferente a todo lo demás, a todo lo anterior que había conocido, y creo que ese fue el comienzo, de un baile, que ahora lo termino sola. Las luces se han apagado, la música no suena, la gente se ha ido. Y yo, me quedo aquí, en una sala vacía, llena de confetí por todo el suelo. No me gustan mucho las fiestas, pero contigo, todos los días lo eran, los domingos se convirtieron en mi día favorito de la semana, porque eso significaba, salir del trabajo, comer a las 19, pasar la tarde juntas, y perdernos por Madrid, con los ojos cerrados. A ti nunca te gusto madrugar, recuerdo que te levantabas de mal humor, y no había quien...

No hacía falta

No sé cuántas veces escuché la misma canción intentando olvidarte, intentando explicarte cómo me siento, o mejor dicho, cómo me has hecho sentir, y cómo me siento ahora, en este momento. Por ti, por tu inconsciencia, por tu mala cabeza, por tu orgullo, por tu: "por qué te tengo que pedir perdón, si yo no he hecho nada malo" -me repetiste tantas veces esa maldita frase que me la he terminado aprendiendo sin yo quererlo. Sin yo quererlo, has desaparecido, te has ido, y no con buenas formas, o buenos presagios, ni tampoco mirándome a los ojos, cogiéndome de la mano, y deseándome lo mejor. Te has ido sin poder mirarme a la cara si quiera, sin un: "gracias por haber vivido todo esto conmigo, no me imagino otra persona que no hubieras sido tú". Te fuíste, dándome la espalda, y eso es algo que no te lo podré perdonar jamás. Lo has destruido todo, has lanzado una bomba nuclear, sobre mi cuerpo, y pretendes que vuelva a an...

Querer y poder

Hola cielo, aún no ha pasado ni una semana, y ya me quiero morir. Miro el móvil de vez en cuando, esperando un mensaje tuyo, que nunca llega, un "Hola, necesito verte", me haría la mujer más feliz del mundo, pero no, aquí no llega nada. Son cien mil veces las que se me pasan por la cabeza escribirte a lo largo del día, pero tengo que dedicar otras dos mil veces a pensarte, para no hacerlo. Así que, multiplica todo el tiempo que te echo de menos. He de confesarte que hay instante efímeros, en los que no me acuerdo de ti, pero te declaro, me declaro culpable, al decirte que eres en lo primero que pienso, cada mañana al despertarme. Dueles y mucho, porque no me acostumbro a levantarme y no tener un mensaje tuyo, o darme la vuelta en la cama y no tenerte a mi lado, durmiendo, con el culo en pompa y con toda la cama deshecha, no sé qué hacías con ella por las noches, pero me encantaba hacerla por las mañanas contigo dentro. No me ...

Dolor

"No he podido escribirte antes" -te escribiré en un mensaje, y te lo enviaré, no sin antes, haberlo borrado mil veces y escribirlo otras dos mil. En mi defensa diré, que tenía los dedos llenos de ti, de tanto escribirte. En mi defensa diré, que estaba llena de tii, ocupabas todo mi cuerpo, y te instalaste en mi cabeza. Llegaste así, como quien decide quedarse una noche, y termina mudándose a mi cama, a mis ojos a mis manos, para toda la eternidad. Ahora que te has ido, me has dejado vacía, triste, y a oscuras. Como se deja una casa cuando te mudas, te llevaste todos mis muebles, y ahora no tengo dónde sentarme, dormir o guardar mi ropa. Por eso, ya no duermo, ni me visto, más  bien deambulo por una casa vacía. Donde la única luz que entra es la del sol, ése al que tú sustituías cuando estabas aquí. Te diré, que las noches se me hacen eternas, porque aún durmiendo, sueño contigo, y tengo pesadillas recordando el momento, ...

Segunda noche sin ti

Hoy es más pronto que ayer, y en comparación, muchas cosas son diferentes: tú aún no has sucedido, pero ya has pasado, hemos llorado y nos hemos deshidratado juntas. No sé cómo será morir por deshidratación de tanto llorar, pero estoy cerca de averiguarlo. Te confieso que, estoy cogiendo pánico a la cama, a dormir, es el peor momento del día, porque todos mis monstruos, fantasmas, y peores pesadillas, salen corriendo de mi mente, y se convierten en realidad, y por la noche, a oscuras, no los puedo ver para atraparlos, y así encerrarlos, pero es imposible, son mucho y más rápidos que yo. Entonces se me acumulan, escapan en manada, y lo invaden todo, tienen varios nombres: Miedos, Inseguridades, Culpabilidad, Preocupaciones, y mi favorito, Echarte de menos, éste sin duda, es el que más me atormenta. Ayer se fue corriendo, y revolvió  toda mi cama, destrozó el colchón, y se comió las sábanas, hoy no sé lo que hará, lo he juntado con Cul...

Primera noche sin ti

Me acuesto a las tres de la madrugada, son las seis, y no consigo dormir, la cama se me dispone inmensa, pensando que tú, nunca volverás  a dormir, ni mucho menos, abrazarme en ella. Mi madre se va a trabajar, yo aún no he empezado a dormir, y empalmo noche con día, con la estúpida esperanza de encontrarte por el camino, resultado: no sucede. Y la angustia vuelve a la boca, el dolor al pecho, y el frío al cuerpo. Cierro los ojos, no, tú ya no estás aquí, y a cada segundo que pasa, me doy cuenta: dueles un poco más, no sé cuánto voy a ser capaz de aguantar. Y lo peor de todo, es que ésta es la primera noche: la pesadilla ha comenzado. 5.junio.19