Estás muy guapa vestida de nada. Paseando mi lengua por tu piel. Aprendí a construir castillos sin apenas tocarte. Sólo mirarte y ya caían todos tus muros Tu sonrisa me iluminaba. Sembré margaritas en tus dedos, para que todas me dijeran que sí. Estás muy bonita desnuda de dudas, abierta de miedos, y sin nada de prisas en los ojos. Hoy, mi vida, estás realmente preciosa.
Hola, bienvenidos a mi blog. Me llamo Celia y escribo poesía, y aquí es donde reside mi talento e inspiración. ¿Empezamos?