Sé que no te importa nada de lo que te estoy diciendo,
te entiendo,
porque no me interesa ni a mí.
Pero a veces,
hablar de la realidad,
es revelador,
e incluso,
inspirador.
No tengo miedo de lo que soy,
siento o pienso.
Y estoy segura,
que la persona que
decida estar a mi lado,
también lo sentirá así,
porque sino,
no sabría de lo que le estoy hablando,
y saldría corriendo calle abajo,
sin despedirse si quiera,
pero riéndose de mi,
mientras el viento le da de cara.
Los cambios asustan,
encajar da miedo,
lo nuevo aterra.
Pero, más miedo da
ver cómo todo avanza,
y tú te quedas atrás,
parada,
sin poder moverte,
porque estás tan cagada de miedo
que ni siquiera puedes pensarlo.
te entiendo,
porque no me interesa ni a mí.
Pero a veces,
hablar de la realidad,
es revelador,
e incluso,
inspirador.
No tengo miedo de lo que soy,
siento o pienso.
Y estoy segura,
que la persona que
decida estar a mi lado,
también lo sentirá así,
porque sino,
no sabría de lo que le estoy hablando,
y saldría corriendo calle abajo,
sin despedirse si quiera,
pero riéndose de mi,
mientras el viento le da de cara.
Los cambios asustan,
encajar da miedo,
lo nuevo aterra.
Pero, más miedo da
ver cómo todo avanza,
y tú te quedas atrás,
parada,
sin poder moverte,
porque estás tan cagada de miedo
que ni siquiera puedes pensarlo.
Comentarios
Publicar un comentario