Tatuado sobre tus costillas leí:
"My body is my temple, take care of it"
He sonreído
y prometido a mí misma
que mientras permanezca
a tu lado,
yo no sólo te voy a cuidar,
sino que ese templo,
que tienes por cuerpo,
lo voy a acariciar
con mis propias manos.
Amasar las curvas
de tu cuerpo,
que se vuelven cemento
cuando mis dedos se deslizan
por ellas.
Te prometo que sólo
he visto,
la puntilla de tu sujetador
de encaje,
color salmón,
pero,
como te he susurrado
al oído que,
llevas un sujetador precioso,
y tienes un cuerpo de infarto,
y eso que aún no he visto
ni una cosa ni otra.
Me has besado aún más fuerte,
y te he cogido por la cintura.
No éramos capaces de separarnos,
pasaba ya la media hora
y nuestros pies parecían pegados al suelo,
y explícame cómo
nuestros labios
se morían si separaban,
tú sonreías mientras me besabas,
y yo lo hacía,
como acto reflejo.
Apenas una semana,
pero ya he memorizado
tu olor,
y cada una de las puntas
de tu pelo
teñidas de color morado.
Tu sonrisa inunda tu cara,
y nunca he visto océano
más bonito
que tus ojos al mirar los míos.
Es increíble
todo lo que remueves dentro
de mii,
cuando me acaricias el cuello
y bajas por mi espalda.
Coches y más coches
pasaban a nuestro lado,
cuando tú me mirabas
y sonreías,
aquella,
esta noche
del 3 octubre
en la boca de metro
de O'Donell.
No sé a dónde vamos,
pero si me coges de la mano,
cierro los ojos y
me dejo llevar
...
todo me parece bien
si es a tu lado.
3.10.19.
Sonia
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