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Gacela y Leona


Y te prometo que,
mientras a mi lado estés
haré desaparecer
todas tus palabras
de tu vocabulario.

Todas  aquellas
que me contabas
que te habían hecho daño.

No concibo una realidad
sin mi corazón acompasando,
mis latidos a los tuyos,
o sin que mis dedos
abracen a los tuyos antes
de dormirse.

Quiero despertarte
a orgasmos,
quiero morderte los miedos,
y que en tu piel,
deje huella,
de todas las sonrisas
que te di,
cuando mis dientes
relamía,
al ver tu piel desnuda
frente a mí.

Es como decirle
a un animal salvaje que no
siga sus instintos,
cuando amante y humana
se proclama diosa,
y la ves andando sobre el agua,
o volando,
a dos cm del suelo.

Y yo,
cordero,
gacela,
que corre delante del guepardo,
me atrapas,
y me devoras,
con la fuerza
de una grandiosa leona.

Observo tus colmillos
hincándose en mi piel,
y me retuerzo del dolor
y del placer a la vez.

Me marcas todos tus deseos
a fuego en mi piel,
en forma de arañazos,
y me susurras
todo lo que harás conmigo,
si sigo permaneciendo a tu lado.

No me asustas,
y te exigo,
y te pido,
mucho más,
más.

Mucho más que 12 horas
sin salir de la cama del
hotel más cutre de Madrid.


Nos llamaron a la puerta
regañándonos por gemir tan alto,
pero...
¿qué quieres que diga?

Los tornados llevan nombre
de mujer,
y tú sólo,
estás empezando a devastarme
por completo.

Pero,
lo peor,
es que no quiero
que termines nunca.

C.

1.09.19

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