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Mostrando entradas de abril, 2019

Garabatos moldeados

Pude esculpirte, coger todas tus inseguridades, miedos y problemas, y moldearlos en barro, mojarlos con saliva, para poder hacerte mejor. Pude esculpirte, dibujarte, pintarte, diseñarte a medida cómo, quisiera que fueras. Pero es que tú nunca fuíste de horarios planificados, de viajes diseñados, de cronómetros o calendarios. Tú eres más, de presentarte en la puerta de mi trabajo, de hacerme recorrer medio Madrid para regalarme flores, porque se enfrían. Tú eres más de mandarme a la mierda, y al llegar la noche, decirme lo mucho que me echas de menos, y que no puedes vivir sin mi. Tú eres de hablar de casarnos cuando sólo llevamos dos meses juntas. Tú eres de dormir y levantarte conmigo, todos los días del resto de mi vida. Tú eres de sorprenderme, de decirme que me quieres a las semanas de conocerme, de regalarme tu alma, porque dices que ya lo tienes todo si yo estoy a tu lado, y que no necesitas más. Tú eres así: impredecible, impul...

Desastres naturales

No te conocí brillando, más bien, tratabas de sobrevivir en una oscuridad semi constante. Constante, eran los ánimos, las ganas, y la ilusión que me inundaba, y sigue inundando mi pecho. Cada vez que te veo, cada vez que te miro, ¿ya te he comentado que tienes el poder de parar el mundo, verdad? Te prometo que cada vez que te beso, se me remueve todo: el estómago, algo crece, se hace grande, y explota, en mil pedazos, llenándolo todo de mariposas, o eso es lo que dicen que me haces sentir en la tripa cada vez que estás cerca. Lo cubres todo de agua, y nos convertimos en océano. No supe explicar tu llegada, cómo llegaste, supongo que los rayos, los truenos, relámpagos, tsunamis, terremotos, no se esperan, no se calculan, como mucho puedes estimar los posibles daños que puede dejar. Pero es que tú, cielo, no sólo destrozaste todo lo que yo tenía hasta ese momento, creo que no dejaste nada, todo te lo llevaste tras tu paso: mis hábitos, rutinas y costumbres. Pero eso no es ma...

Helada

Me despierto helada, temblando, en mitad de la noche. Fuera está lloviendo, yo no paro de hacerlo aquí dentro. Dormimos separadas, espalda contra espalda, y no estoy acostumbrada, me descubro sola, no abrazada, y así no me puedo dormir, te digo. Los pensamientos afloran en mi cabeza, se reproducen, y construyen comunidades enteras, y aldeas. Noto como aumenta su población, y se amontonan, gritándome lo que no te digo, gritándome lo que nunca te dire. Estoy congelada, fuera está helando, pero ese no es el motivo. Me hago bola, y me abrazo a mi misma, pero no es lo mismo. Tú yaces dormida, nada de esto está sucediendo, no paro de repetirme, pero es real, tan real como el no calor que siento, porque tú, esta noche no me abrazas. Estoy inquieta, como un animal encerrado. Estoy inquieta, así no me puedo mover. No me puedo mover, sino me abrazas, no puedo soñar, sino me abrazas, no puedo se...

Heroína

Hacía mucho que no te veía sonreír, más bien, te paseabas entre penumbras, en un camino, en el que nunca hallaste luz. Se me encogía el pecho, si observaba caer, cualquier lágrima de tus ojos, da igual del color que fuesen, me daban pena, verlas deslizarse por tu suave cara, y luego estamparse contra el frío suelo. Me recordó al método de caza que tienen las águilas: cogen a su presa, y la lanzan al vacío, y luego ya allí, la desgarran. Algo así hacías con tus problemas, sólo que tú, no eras capaz de desmpeñarlos, por ninguna montaña. Más bien, contemplabas cómo ellos solos se morían de viejos, y claro, eso nunca sucedía, si les acariciabas la tripita y alimentabas. Hay días en los que todavía te observo cuidarlos. Pero hay otros, en los que te proclamas vencedora, campeona y heroína, y sonríes, y los derrotas a todos. Porque es cuando sonríes, cuando más valiente te ves, l...