Cógeme de la mano,
creo que me estoy derritiendo
entre tus dedos
y aún no sé por qué.
El agua está caliente,
me abrazas,
y siento como me construyes,
o mejor dicho,
deconstruyes,
cogiendo los ladrillos,
y pegándolos a besos,
con el cemento,
que entre tus huesos
te encuentro,
y ya no hay dios que nos separe.
Parpadea todo lo que quieras,
eso no te servirá de nada,
para poder despertar
de este sueño,
me quedo absolutamente
embobada,
que nos hemos
acostumbrado a vivir.
Pon el despertador
media hora antes,
que no me importa el mañana
que quiero empezar cada mañana,
llevándote el desayuno a la cama,
y el resto de día:
comiéndote,
merendándote
y cenándote.
Y así,
adormilada,
susurrándote,
que eres tú,
con quien quiero compartir,
mi futuro y presente,
pero siempre,
en pijama.
Te quiero princesa.
2.03.19
Comentarios
Publicar un comentario