Ir al contenido principal

Dos meses



Aún no me creo que estés aquí,
que yo esté aquí,
a tu lado,
queriéndote,
cuidándote,
mimándote,
tratándote como
todxs lxs anteriores
tenían que haberlo hecho antes.

Aún no me creo
que me permitas el maravilloso
lujo de estar contigo,
- el placer es mío-
me contestaste.

Alguna vez leí:
"ver amanecer es maravilloso,
verte amanecer es otro concepto".

Y vaya que si lo eres mi vida:
alegre,
sonriente,
fuerte,
inteligente,
constante,
decisiva,
fuerte,
preciosa.

Te describiría,
pero no acabaría nunca.

Y nunca,
es la palabra que me viene a la cabeza
cuando pienso en ti,
en nosotras:

Nunca quiero separarme de ti,
nunca quiero despertarme
y no verte a mi lado,
nunca quiero caminar por la calle,
sino es de tu mano,
nunca quiero verte llorar,
sino es de felicidad.

Nunca quiero que te vayas,
nunca después de ti,
y siempre contigo.

Hoy hacemos dos meses,
y sé que hemos pasado por
miles de cosas no muy buenas,
y nos ha costado,
mucho poder llegar
a estar juntas.

Sé que nos quedan aún,
muchas cosas por resolver,
por superar
y por afrontar,
todo eso lo sé,
me lo aprendí
de memoria,
cuando te mire a los ojos,
y me contéstate
que esto no iba a ser fácil,
y vaya que si fue así,
y vaya que si nos dio igual,
todo lo que se nos pusiera por delante:
teníamos un objetivo
y lo conseguimos.

Hoy me despierto
y te miro a los ojos,
y sonrío,
porque mi sueño se ha hecho realidad,
te me has hecho realidad princesa,
me abrazas,
absorbes mi olor,
y te lo tatúas.

Te acaricio,
con la ternura
de no romper una hoja
en otoño,
te beso,
con el cariño
y la pasión
de una despedida
en un aeropuerto.

Te miro
y paramos el mundo,
¿te has dado cuenta
de lo poderosas
que somos juntas?

Dos meses,
recorro los días sobre tu piel,
y los saboreo en tus labios.

Te cojo de la mano,
no tenemos miedo,
nos miramos,
el mundo se dispone
ante nosotras,
y su movimiento no nos marea,
más bien nos acuna,
y nos dormimos,
entre sábanas
que nos cubren,
pero no tapan.

"El amor
no es mirarse el uno al otro,
sino mirar en una misma dirección"
- Antoine de Saint Exúpery.

Porque,
si yo no hubiese seguido mirando
hacia el mismo horizonte
al que tú mirabas,
ahora no estaríamos juntas.
- me dijiste.

Te quiero princesa.






Comentarios

Entradas populares de este blog

Estaba segura que volveríamos a encontrarnos

 Nunca llegué a imaginar que volverías a aparecer, para serte sincera, nunca planeé encontrarte,  nadie me informo,  hace ya dos años y pico,  iba a ocurrir este hallazgo tan extraordinario,  y ahora, después de esos dos años y pico, y después de todo,  vuelves a aparecer.  Leo tu mensaje,  estaba casi segura que te había bloqueado,  no debí de hacerlo finalmente,  porque sino, no me estarías escribiendo.  El pulso se me acelera,  el estómago se me encoge,  no me creo que sigas provocando todo esto en mí,  el corazón se me va a salir por la boca,  siento que todo a mi alrededor se para.  Sigo sin creérmelo,  vuelves a estar aquí,  eres un boomerang,  que por muy lejos que te lancé, por muchas veces que te haya mandado a la mierda,  siempre,  siempre regresas.  Estoy en la orilla de una playa,  meto los pies en el agua,  está fría,   pero me meto poco a poco,...

Coágulo

Eres un puto cigoto que no se deja desarrollar, más bien ni crecer, te has muerto entre mis manos y no me ha dado tiempo ni a observarte respirar por primera vez. Te empeñaste en destrozarte la vida, y me llevaste contigo por delante, afortunadamente, aprendí a esquivar todas y cada una de las palabras que salían de tu boca, no fue fácil: las endulzaste con un sabor parecido a la miel, recuerdas que a mi no me gusta, verdad? En cualquier caso, el coágulo de sangre se resbaló por mi brazo, y manchaste mi camisa blanca favorita de una hilera roja que no pude quitar ni con toda la fuerza del mundo.  Ese día te perdí, de verdad que ya no sabía quién eras. Me criaron pensando que la libertad y el cuerpo de una persona no tiene precio, pero tú se lo pusiste al tuyo, y no llegaste ni al mínimo, para empezar la subasta, lo regalaste y vendiste a unos degenerados, que encima no supieron ni valorarte, no te quitaron ni la etiqueta, te usaro...

Boomerang

Yo no te elegí, llegaste a mí, como una pelota que te lanzan y te gritan que cogas. Hubo un tiempo en el que te agarré tan fuerte, que me hice heridas de tanto apretarte. Me sangraron los dedos porque me arrancaste las costras. Me pedías que no te soltará cuando ya, ni tú misma, alargabas  la mano para cogerme a mí. ¿Qué esperabas? Dejarte caer fue lo más duro que he hecho en mi vida, te lo confesé un millón de veces mientras te acariciaba las mismas manos que me mentían una y otra vez. Y sí, digo manos, porque fueron ellas las primeras que me dijeron que me querían, así que ahora tmbn me podían estar mintiendo. Agacho la mirada, aún conservo las cicatrices, sé que nunca se irán, sé que nunca te irás. Sé que permanecerás, que al viento le soplarás, pero que tú nunca volarás, porque siempre fuiste de pies en el suelo, y yo hace meses que he aprendido a andar sobre el agua.