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Cafetera

Quiero tener una cafetera,
no me preguntes por qué,
ni para qué la voy a utilizar.

Seguramente,
pensarás
que para hacer café, no?
es lo más lógico,
pues te equivocas:

Quiero una cafetera
para utilizarla como excusa,
como excusa para despertarte
por la mañana,
para alargar un poco más
el rato de la comida,
y para pasar
las noches enteras
comiéndote
con su olor impregnándonos.

Voy a utilizar al café
como la excusa perfecta:

para besarte recién levantada
y llevártelo a la cama.

para recoger los platos,
acercarte tú por detrás,
y que al final no me dejes
terminar de fregar,
y acabemos empapadas,
con el olor a café
inundando toda la cocina.

para pasarme la noche entera
escuchándote,
y no dormirme,
y que cuando termines,
me cojas de la mano,
y sienta que el día ha estado bien,
porque lo termino contigo.

Te das cuenta para lo que vale
realmente, una cafetera?

Todo eso pienso,
cuando te estoy preparando
el primer café de por la mañana,
y de mis pensamientos me sacas,
te observo como entras a la cocina,
con el pelo alborotado,
una camiseta larga,
y tus piernas desnudas.

Parpadeo,
sí,
sigues aquí,
el café está listo,
te beso
y me abrazas:
el día ya puede empezar.

Te quiero princesa.

24.02.2019

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