Y tocarte,
fue como pasear por el cielo,
saltar en las nubes,
o ver el arco iris.
Besarte,
fue como llegar a casa
después de un largo día,
como una ducha caliente,
o un café por las mañanas.
Mansturbarte,
fue el clímax,
los fuegos artificiales de Año Nuevo,
o las primeras flores de primavera,
fue el deshielo,
el amanecer o atardecer
más bonito,
con todos esos colores
brillando en tu cara.
Sonreírte,
fue una piscina en verano,
llegar a la meta,
apagar las luces
y meterme en la cama,
siempre,
si es contigo.
Desnudarte,
fue el descubrimiento más grande
desde la formación del mundo,
fue visitar New York,
o coronar el Everest.
Estar contigo,
princesa,
cada día,
es un privilegio,
que saboreo,
y me relamo,
después de comerte.
Respirarte,
hacerte feliz,
es absolutamente maravilloso.
Plantar semillas en tus pestañas,
y que al abrir los ojos,
cada mañana,
se conviertan en flores.
Dejar migas de pan
por todo tu cuerpo,
para no perderme,
cuando lo recorro entero,
con una sonrisa en la cara
de oreja a oreja.
Besar cada poro de tu piel,
con delicadeza,
dándole las gracias
de que exista,
porque entre todos ellos
te formaron a tí.
Te cuidaré,
mimaré,
y disfrutaré de ti,
con todo el amor que pueda darte.
Siento,
respiro
y sólo pienso en ti.
Esta noche sueño contigo,
y mañana me levanto
viendo tus ojos abrir.
Quiero esto todos los días de mi vida,
te quiero a tí,
te quiero princesa.
14/dic/2018
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