Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de octubre, 2019

Podría ser peor

Romperte, romperme, rompernos. Y volver a empezar, volver a hacernos o deshacernos, según cómo se mire. Según cómo se mire: tú te has ido o quizás nunca estuviste. Según cómo se mire todo está cambiando o todo se está estableciendo. No quiero saber lo que pasará mañana, quiero amasar el presente para construir mi futuro con mis propias manos. No soy de nadie, y sólo el viento tiene las respuestas a todas vuestras preguntas. Las cosas pasan, pero yo siempre pienso: Podría ser peor.

Ballenas

Mi vida no gira en torno a ti. No soy la Tierra girando alrededor del Sol Apareciste de repente después de meses sin saber de ti, me recordaste a las ballenas, tan majestuosas, tan enormes, con tantas cosas por decir pero con un gran silencio que guardar. Resurgiste de las profundidades, o quizás, fuí yo la que por fin alcanzé la superf, nadando, casi ahogándome, conseguí, respirar, y fue ahí donde me encontre contigo. Tu aleta me enunció que ahí estabas tú, asomando tu sonrisa entre el agua, y yo por, un momento la acaricié con la nostalgía de saber, que tarde o temprano volverías a desaparecer. Y así ha sido. Te has vuelto a sumergir. Y no sé cuándo volveré a verte. Seguramente recorrerás los siete mares, los millones de ríos, y todos los océnaos que tenemos en común tú y yo, en este planeta. Seguramente, pero, como contigo todo es impredecible. Entonces, sólo me queda esperar. Que no esperarte. Mi vida ya no gira en torn...

My body is my temple, take care of it

Tatuado sobre tus costillas leí: "My body is my temple, take care of it" He sonreído y prometido a mí misma que mientras permanezca a tu lado, yo no sólo te voy a cuidar, sino que ese templo, que tienes por cuerpo, lo voy a acariciar con mis propias manos. Amasar las curvas de tu cuerpo, que se vuelven cemento cuando mis dedos se deslizan por ellas. Te prometo que sólo he visto, la puntilla de tu sujetador de encaje, color salmón, pero, como te he susurrado al oído que, llevas un sujetador precioso, y tienes un cuerpo de infarto, y eso que aún no he visto ni una cosa ni otra. Me has besado aún más fuerte, y te he cogido por la cintura. No éramos capaces de separarnos, pasaba ya la media hora y nuestros pies parecían pegados al suelo, y explícame cómo nuestros labios se morían si separaban, tú sonreías mientras me besabas, y yo lo hacía, como acto reflejo. Apenas una semana, pero ya he memorizado tu olor, y cada una de la...