Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de mayo, 2019

Efervescente

Te vi perderte entre la multitud, y te prometo que observé cómo te disolviste, como una pastilla efervescente en un vaso de agua. Y eso fue lo peor, que siempre deja rasto, efímero, escaso, poco. Queda algo poco, después de lo mucho que fuímos. Me quedo parada en medio del pasillo del metro de la estación de Bilbao, la gente se choca contra mí, y me dicen, pero no les oigo, sonío, cierro los ojos, aún siento tus labios sobre los míos, de hace unos escasos segundos. Vuelvo a abrir los ojos, sonrío como una imbécil, contemplo a la gente que me rodea, ellos no lo saben, soy muy afortunada: tengo a mi lado a la mujer más maravillosa del mundo, y ellos no lo saben. Me doy la vuelta, empiezo a andar. Te quiero, pienso, miro el móvil, tú a mi también me contestas. Te amo princesa.

He nacido para muchas cosas pero no para tener miedo

No he nacido para quedarme, he nacido para crecer, correr, evolucionar, y no parar nunca de aprender. He nacido para mirarte por las mañanas al despertar. Para agarrarte de la mano y decirte al oído, que estando a tu lado me siento completa. He nacido para mirarte a los ojos mientras te hago tocar el cielo con la punta de mis dedos. Besar tus relieves, plantar semillas en tu tripa, y regar tu boca. Sé que he nacido para muchas cosas, pero no para tener miedo, no para sentir temor, vergüenza o tristeza. No, no he nacido para eso. Y de haberlo hecho, te prometo que no te hubiera elegido a ti para sentirme de esa manera. Porque estando a tu lado me siento feliz, libre, segura. Me has enseñado que la palabra eternidad no da miedo, si la pronuncias mirando a los ojos de la persona adecuada, y esa persona eres tú, princesa. Ya sabes el miedo que me daban los para siempre, los para toda la vida, y en general, todo lo que implique un gran...