Cada loco con su poesía

 La infinitud de tus palabras sólo es comparable al universo paralelo que dibujan mis dedos cuando acarician tu piel,  mientras recorren cada una de tus cordilleras,  de cada uno de tus continentes,  mientras tú parpadeas y se construyen planetas a tu alrededor.  Tú no lo sabes,  a decir verdad,  ni te das cuenta,  son micro explosiones que se desarrollan a mil por hora,  en una galaxia en la que tú nunca podrías respirar. En ese aire no podrías sobrevivir,  ya que tú manera de relacionarte es ésta,  la tomas o la dejas.  Y yo por un momento pensé,  que es mejor idea poder admirar el sol  de cerca,  que quemarme al querer tocarle.  Me quedo con la primera opción,  cuando cierro los ojos y tú me abrazas en sueños.  M. 4.09.20

 Seguro que tienes un plan mejor que deslizarte esta noche por mi piel,  tus dedos parecen algo inexplicable cuando les hablo  de tocar mis manos,  y no el cielo,  como, seguramente, es a lo que están acostumbrados.  Verte dormir,  es ver como das mil vueltas por la  cama,  que me abraces y al segundo después que me eches  de la cama, poniéndome la pierna encima,  o, sutilmente colocando tu codo a un mm de mi cara, o que me agarres en sueños.  Supongo que todo eso,  son maneras, un tanto extrañas de decirme,  que, aunque sea en ese momento,  te gusta estar a mi lado.  Entonces,  en la penumbra de tu habitación,  yo sonrío,  y dejo que me abraces aunque no me dejes dormir. Y pienso:  las estrellas dejaron de brillar cuando me sonreíste por primera vez.  M. 4.09.20